Enix Sandals 080: review a largo plazo

Hemos puesto a prueba este calzado ultraligero y os ofrecemos nuestra opinión sobre estas fantásticas sandalias: excelentes para descansar los pies después de un duro día de trekking.

Bueno, pues ya ha pasado el tiempo y creo que estoy en condiciones de dar una opinión mas fundada y hacer una review a largo plazo sobre el comportamiento de las sandalias Enix 80, que se han venido con nosotros en unos cuantos viajes ya.

Ante todo, y como ya dijimos aquí, quiero dejar claro que el uso que le estoy dando no es para correr, sino como calzado ultraligero de descanso, de campamento y urbano. No puedo dar mi opinión sobre su comportamiento en carrera.

Primero, respecto a la durabilidad; debo decir que me parece sobresaliente. Tanto la suela (recordamos, es una plancha de Vibram Clivia de 8 mm ) como el sistema de correa y cierre están en pleno rendimiento, sin ningún signo de desgaste ni deterioro. Tan solo el extremo de la correa está un pelín deshilachado, pero eso es más por pereza mía, porque con acercarle un mechero se resolvería ese mínimo problema.

Hablando de la correa, debo decir que al principio me costó un poco hacerme con el sistema de ajuste, pero la curva de aprendizaje es rápida. No resulta para nada molesta en ninguno de los puntos en los que entra en contacto con la piel, ya sea en el dorso del pie, el talón o entre los dedos (donde es más suave, de otro material). Esta última zona me preocupaba especialmente, porque con otras sandalias “de dedo” enseguida me hacen rozadura, pero no he tenido el más mínimo problema con las Enix.

Seguimos con la comodidad: cuando les he dado un uso urbano intensivo, de andar mucho, se acaba notando en la zona del talón que el grosor de la suela es de sólo 8 mm. Estoy hablando de varias horas seguidas andando o de pie, no de un simple paseo. Imagino que al correr eso no debe notarse, porque está pensada para apoyar el antepié, no el talón (ya sabéis, barefoot running), pero yo al andar hago mi pisada normal y ya digo, al final del día el pie acaba más cansado que con un calzado más amortiguado. Pero nada grave, no es que duela ni nada de eso.

Por cierto, comentar que las posibles irregularidades del terreno se notan al andar, pero no resultan molestas, para eso la amortiguación que tiene resulta suficiente.

Su uso como calzado de descanso y campamento para mi es casi ideal (digo casi porque existe un pequeño detalle que comentaré más adelante): son muy ligeras, lo que es de agradecer teniendo en cuenta que las vas a llevar todo el día en la mochila, el pie descansa con ellas puestas, y además se ventila lo que ayuda a controlar olores indeseados.

El inconveniente es cuando las he usado con calcetines. Me compré unos calcetines de dedos de merino para usarlos con las sandalias después de asearme (cuando se puede…) y poder moverme por el campamento o el refugio con comodidad y con los pies abrigados. Pero con ellos puestos, el pie desliza en el footbed de la sandalia. Con el pie descalzo no me ha pasado, el material es bueno y realmente resulta antideslizante. Pero al usarla con calcetines hay que extremar las precauciones al andar, porque te puedes llevar un disgusto en forma de torcedura o caída (yo he estado a punto varias veces durante la típica visita nocturna al w.c.). Creo que para este año voy a pegar algunas gotas de silicona o algún otro material similar en el footbed, para ver si aumenta la adherencia al tejido del calcetín. Si funciona, actualizaré el post.

En cualquier caso, yo estoy muy contento con ellas, la relación calidad precio es sobresaliente (yo pagué menos de 45 € en su día), la durabilidad para el uso que yo les doy va a ser más que suficiente y en mi opinión, su funcionalidad como calzado de descanso después de un largo día de trekking es excelente (teniendo en cuenta el pequeño inconveniente de los calcetines).

Buen trabajo, amigos de Enix Sandals!

Aviso: no estamos relacionados con Enix Sandals de ninguna manera. En su día compramos estas sandalias con nuestro dinero.